¿Alguna vez has utilizado una aplicación para buscar pareja, una amistad o para algo de sólo un rato? Hace muchos años y décadas atrás, la búsqueda de una pareja se daba de distintas formas, todas ellas de manera presencial y existía cierto ritual para que se llevara a cabo un acercamiento con la otra persona.
Hoy en día, debido a los avances tecnológicos y el constante cambio social, sumado al efecto de la Pandemia del Covid-19 que cambió la vida de las personas en muchos sentidos, generó que muchas de las cosas que se hacían en persona se mudaran en las plataformas virtuales y digitales.
Según el Financial Times, en una nota periodística mencionaba que “Match Group, una empresa de 9.900 millones de dólares propietaria de 45 marcas de citas, entre ellas Tinder y Hinge, subió los precios e introdujo nuevos niveles de suscripción en sus principales plataformas en 2023. La empresa confía en que cobrar más a los usuarios le ayude a invertir la tendencia de ralentización del crecimiento de sus ingresos y a impulsar la cotización de sus acciones.”
Una de las suscripciones de Tinder, implicaba un nivel llamado Select de 499 dólares por su uso, donde supuestamente el usuario tenía acceso a lo mejor que podía existir en Tinder, así como ha perfiles más buscados, obtener más “me gusta” de forma ilimitada y la posibilidad de enviar mensajes antes de relacionarse en pareja.
¿Pagaría por utilizar este tipo de aplicaciones para buscar pareja? Según datos de estadísticas de Tinder, México es uno de los países de habla hispana que más está activo en el uso de Tinder; las ciudades que más consumen este tipo de servicio en México son Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara. Si tomamos en cuenta que ya casi estamos en la entrada de la primavera y en las próximas olas de calor, según datos de Tinder, el uso de la aplicación tiene un incremento de un 5% durante los meses cálidos a diferencia de los fríos.
En cuanto al uso de Tinder en México, 8 de cada 10 usuarios se conectan de los usuarios lo hacen a través de sus smartphones, mientras que el uso más frecuente en la semana se da los días jueves y domingos; dentro de esto, en promedio, los usuarios tardan 35 minutos dentro de la aplicación, mientras que casi tres cuartas partes de los usuarios son hombres. Incluso, hasta noviembre de 2023 Tinder llego a casi 150 mil descargas en México, teniendo que en cada mes y años ha habido un aumento y descenso en el mismo, pero que, sigue existiendo descargas al respecto.
Con todos estos datos no es raro identificar los patrones de comportamiento de la sociedad unidos a la tecnología. Hace algunas décadas, antes de que existiera Facebook, Instagram o alguna otra red social, había un cuaderno famoso llamado “El Chismógrafo”, y en este cuaderno, que regularmente se utilizaba en el nivel de la Secundaria, estaba contenida la información personal de los alumnos donde se conocían sus gustos, quién le gustaba a quién y demás datos que fueran de relevancia, sobre todo para entablar una relación amorosa o de otro tipo.
Los sitios para la búsqueda de la pareja siempre habían sido los círculos más cercanos a las personas, como la escuela, el trabajo, el transporte público, las fiestas, los antros, o cualquier otro lugar de acercamiento social. Incluso, en ciertas comunidades o pueblos se siguen ciertos rituales de acercamiento para conocer a otra persona. Todos estos sitios siguen vigentes, pero también es cierto que han venido ganando terreno aquellas aplicaciones que ofrecen a las personas la búsqueda de una pareja.
La existencia del celular, la computadora, las aplicaciones, pero sobre todo el Internet, dieron por resultado que las formas de comunicación de persona a persona se transformaran de manera a distancia, contando con algoritmos que ayudaran a las personas a buscar parejas según sus gustos, preferencias y calidades personales.
Hoy en día los algoritmos están siendo evolucionado por la Inteligencia Artificial y eso implica que los usuarios tengan “mayores posibilidades de encontrar el amor”; sin embargo, considero que eso no es del todo cierto, puesto que cabe recordar el dicho de que los “polos contrarios se atraen”, y en otros casos se requiere a un “alma gemela”; lo bien cierto es que las improbabilidades hermosas del amor, no las puede sintetizar o gestionar una Inteligencia Artificial o una aplicación tan fácilmente, pues los factores del Amor no sólo se tratan de estadísticas sino también de voluntades humanas y personales.
Lo interesante en todo esto es que el Amor está siendo mercantilizado por un fenómeno social con sumo provecho en la actualidad ya que los mercados contemporáneos exigen este tipo de alternativas, donde están de moda las suscripciones a los servicios que supuestamente ofrecen la solución de la vida de las personas.
Para mayor información, puedes consultar los siguientes sitios.
https://www.ft.com/content/83cd07a3-134c-4df7-ab6a-08752c724bbe
https://cocktailmarketing.com.mx/estadisticas-de-tinder
https://es.statista.com/estadisticas/1191436/tinder-descargas-mexico